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Estimulación Temprana

Estimulación Temprana: La infancia es una de las etapas de mayor importancia del ser humano, es por ello, que la primera educación que reciben los niños puede estar centrada en la estimulación temprana.

Ciertamente las primeras actividades, ejercicios, técnicas y juegos que se lleven a cabo desde los primeros días de nacimiento hasta los seis años son conocidas como estimulación temprana.

A lo largo de este artículo abordaremos lo relacionado a este importante tema como lo es la estimulación temprana.

Estimulación Temprana: Una gran experiencia

Si bien, estas primeras experiencias favorecen el desarrollo del área cognitiva, sensorial, social, pensamiento lógico, emotiva y física de los más pequeños.  No cabe duda, que en la estimulación temprana los más pequeños desarrollan las habilidades, potencialidades y destrezas de manera integral.

Conforme a lo anterior, la intervención educativa que se lleve a cabo siempre debe estar pensada en estimular a los niños a temprana edad.

Así mismo, cuando hay este acercamiento de docentes y expertos profesionales en estimulación temprana se logra detectar a tiempo cualquier situación que afecte el desarrollo de los niños.

Es de hacer notar, que cuando se habla de este tipo de atención inicial educativa puede estar dirigida a niños aparentemente sanos como aquellos que tienen alguna condición particular.

En favor de lo anterior, los ejercicios y actividades deben estar orientados por expertos en el área.

Al mismo tiempo cada actividad debe estar pensada en cada caso de acuerdo al diagnóstico de cada pequeño.

Uno de los aspectos a considerar en la estimulación temprana es la evolución de los niños. Es allí donde la psicología está más atenta a los cambios que en ellos se generan.

En concordancia con la anterior, las áreas involucradas en comprender la estimulación temprana son: pedagogía, psicología evolutiva, neurología, entre otras.

Ahora bien, la estimulación temprana se realiza durante esta primera etapa de la vida gracias a la plasticidad cerebral.

Hablemos un poco más de plasticidad cerebral

En los niños es muy importante la plasticidad cerebral, debido a que es una capacidad que tiene su origen en el sistema nervioso.

Ahora bien, la plasticidad cerebral favorece a la posibilidad de reestructurar o hacer modificaciones en el sistema nervioso para mejorar el funcionamiento.

Es posible que a veces el entorno de los más pequeños no sean los más favorables, es allí donde la estimulación temprana tiene cabida.  En tal sentido, las investigaciones apuntan a que las neuronas tienen la capacidad de regenerarse desde el punto de vista anatómico y funcional.

De esta manera, lograr que las neuronas mejoren en cuanto a su funcionamiento es facilitar la sinapsis y por ende mayores posibilidades de reestructurar el cerebro.

Conforme a lo anterior, lograr trabajar la plasticidad favorece a la recuperación ante la sospecha o diagnóstico del algún trastorno, síndrome o cualquier otro daño.

¿Dónde y quienes pueden participar de la estimulación temprana?

En la actualidad la estimulación temprana no sólo es un tema que dominen los expertos como psicólogos infantiles, docentes especialistas, terapeutas, fisiatras, entre otros.  Por cuanto los padres pueden recibir las recomendaciones y orientaciones de estos expertos y continuar con las actividades y ejercicios desde la casa.

Desde estas perspectivas, tanto docentes, expertos, padres y representantes pueden llevar a cabo estas actividades tanto en guarderías, escuelas, hogares, entre otros.

Es de hacer notar, que el fin último de la estimulación temprana es generar cambios positivos a nivel de la percepción sensorial de los niños, el desarrollo físico y las habilidades cognitivas.

Virtudes para entender la estimulación temprana

La estimulación temprana siempre debe estar orientada por expertos que logren identificar en un primer momento las condiciones y el proceso evolutivo del niño o niña que iniciara la estimulación temprana.

En favor a ello, la estimulación temprana tiene efectos favorables relacionados a lograr mayor concentración, también se activa más la memoria y la creatividad.

Del mismo modo, dependiendo de los ejercicios y actividades se mejora la psicomotricidad tanto fina como gruesa, todo de acuerdo a la edad y evolución de los niños.

Así mismo, el lenguaje es otro de los procesos que se pueden activar a través de canciones, juegos, figuras, entre otros.

Es importante destacar, que en el lenguaje siempre es importante estar atentos a la articulación, y lograr ampliar progresivamente el vocabulario conjuntamente con la expresión oral.

Particularmente, los juegos,  técnicas y estrategias que desarrollen  los expertos ayudan a mejorar las condiciones de vida de los más pequeños.

También en la medida que estas actividades se hagan a manera de hábito será mucho más fácil continuar con ellas ya cuando el niño ingresa al preescolar dando píe luego a actividades un poco más complejas.

Entre otra de las finalidades de la estimulación temprana se puede mencionar:  la promoción de la autonomía e independencia de forma progresiva y respetando sus ritmos de aprendizaje.

Igualmente, entre otras habilidades que son de gran interés desarrollar en los niños y niñas es la empatía, solidaridad y el respeto.

Dentro de este mismo marco de virtudes y sentimientos es vital la  tolerancia y la capacidad para adaptarse a nuevos escenarios.

Cabe destacar, que una crianza responsable pero sobre todo donde se involucren los padres y cuidadores permitirá una autoestima sana.

¿Qué ejercicios y actividades se sugieren?

La estimulación temprana es un proceso que generalmente se recomienda en el primer año de vida.

Conforme a lo anterior, las primeras tareas del experto en esta área será trabajar en la motricidad gruesa. Es decir, con aquellos movimientos involuntarios que desarrollan los niños en su primer año previos al gateo y la marcha.

De allí que es relevante, que el niño aprenda a mover su cabeza atendiendo a alguna pauta a través de juguetes.

Otra recomendación es el empleo de juguetes llamativos para captar la atención de los niños.

También se sugiere el uso de espejos, para que el niño se observe y progresivamente aprenda a reconocerse a sí mismo.

Es de hacer notar, que en un segundo momento cuando el niño está en la edad de uno a dos años se prosigue con el equilibrio.

Igualmente, se busca estimular la coordinación previa a la marcha.

Así mismo, los niños entre los dos a tres años se abordan con actividades que promuevan los procesos cognitivos.

Es allí donde se puede considerar las canciones, cuentos muy cortos que implica incluso la representación y mímica por parte de los cuidadores.

Seguidamente, entre los tres a cuatro años debe continuarse con el lenguaje y la psicomotricidad fina, como procesos.  Es allí donde las docentes de educación inicial exploran diferentes juegos y estrategias.

Ahora bien, el dibujo es una de las mejores expresiones donde el niño puede incorporar progresivamente todas las habilidades y aprendizajes cultivados hasta la presente.

En el último momento de la estimulación temprana, de cuatro a seis años. En este periodo de tiempo hay que continuar con la coordinación, equilibrio, habilidades perceptivas, memoria, atención y concentración.

La educación infantil y la escuela como continuidad…

La estimulación temprana es un conjunto de actividades, juegos y técnicas que permiten mejorar las condiciones y el desarrollo de los más pequeños.

Sin embargo, la escolarización debe continuar por parte de los docentes con los primeros hábitos y experiencias educativas  de manera formal durante la educación infantil o inicial.

Es de hacer notar que el acompañamiento y participación de los padres y representantes juega un papel muy importante en el desarrollo de los niños.

Por consiguiente,  la educación infantil debe proseguir y promover otras habilidades como el pensamiento lógico matemático, la expresión, representación, valores, entre otros.

Finalmente, siempre debe pensarse en el bienestar y desarrollo integral de los niños como prioridad.