//La serpiente en la copa de vino – Cuentos para Crecer

La serpiente en la copa de vino – Cuentos para Crecer

Érase una vez un hombre llamado Xin Yong que asistió a la casa de su amigo por invitación de su amigo Gin Yan. Celebraban que su amigo Gin Yan había logrado vender una bella pintura del rio Yangtsé. La pintura era hermosa pero como era demasiado grande había tardado casi un año en venderse. Sin embargo, un rico conocedor de las artes al ver el cuadro descubrió la maestría en sus trazos y se lo compró de inmediato.

El rico mecenas le pagó 10 veces lo que Gin Yan le habría pedido, sin embargo, le hizo prometer que si hacía otra obra igual de bella se la ofrecería primero a él. Sin dudarlo aceptó y recibió su pequeña fortuna que le daba para vivir todo un año… Ya pensaba en el cuadro que haría para el acaudalado señor, pero eso es tema de otra historia (la infortunada musa).

Ya sentados en la sala del té, Gin Yan le ofreció un poco de vino a Xin para celebrar su nueva riqueza. Cuando estaba a punto de beber de la copa, Xin tuvo la impresión de ver una serpiente miniatura dentro de su copa de vino. Pero para no ser descortés, Xin no mencionó el tema.

Al poco rato Xin comenzó a sentir molestias estomacales lo cual le hizo retirarse temprano a su casa. Llegando fue directo al baño con dolores “inexplicables”. Al día siguiente fue a visitar al doctor del pueblo quien no encontró nada malo, pero le recetó varias infusiones para calmar el dolor y depurar su cuerpo. Sin embargo, Xin seguía sin mejorar.

La serpiente y la copa de vino
La serpiente y la copa de vino

El brujo de las cuevas de Horán

Luego de una semana decidió ir al brujo de las cuevas de Horán, un famoso curandero, quien le preguntó lo que había pasado. El relató la historia de la serpiente en la copa de vino y de inmediato le dijo que le habían hechizado. Preocupado dijo que su amigo sería incapaz pero el brujo de las cuevas de Horán no estaba tan seguro. Pero también le dijo que quizás no fuera su amigo sino su esposa o algún “enemigo” que no estaba allí, pero con poderes mágicos.

Xin estaba preocupado y el brujo le encomendó varios brebajes y que debía “comer tierra negra en una luna llena”. Gracias a los dioses que la luna llena sería al día siguiente. Después de pagar el sueldo de una semana salió esperanzado.

Después de los numerosos brebajes y comerse toda la tierra negra en luna llena que su sentido del asco le permitía, Xin tampoco mejoró y estaba seguro de que iba a morir. Su amigo Gin Yan se enteró de la situación de su amigo y lo invitó nuevamente a su casa. A pesar de que Xin pensaba que había encontrado su camino al mundo de los muertos en casa de su amigo, ya no tenía nada que perder.

El brujo de la caverna de Horán y la serpiente en la copa de vino
El brujo de la caverna de Horán y la serpiente en la copa de vino

De vuelta a la serpiente en la copa de vino.

Gin Yan le sentó en el mismo lugar donde se había sentado la primera vez y le ofreció una copa de vino. Xin pensó que para vivir sufriendo mejor que lo remataran… Gin Yan le advirtió que lo que le ofrecía era la medicina para sus malestares… Xin estaba incrédulo, pero siguió adelante. Cuando iba a llevar la copa a sus labios volvió a ver la pequeña serpiente en su copa. Esta vez de inmediato le comunicó a su amigo que había una serpiente en su copa de vino.

Su querido amigo Gin Yan apuntó con su dedo a la pared que estaba sobre la cabeza de Xin y se dio cuenta que una pintura más pequeña del Rio Yangtsé estaba colgada casi sobre su cabeza… La serpiente en la copa de vino era el reflejo de la pintura del río… Xin comenzó a reír a carcajadas junto a su amigo y tomaron un par de compas más del vino con serpiente. El nuevo vino de serpiente hizo que Xin recuperara con gran rapidez su salud.

Reflejo en una bebida
Reflejo en una bebida

La verdad y la caverna de Platón

A veces lo que percibimos es la verdad, pero en la gran mayoría de las ocasiones sólo es un reflejo de esta… Una fracción de la verdad. Así como la serpiente en la copa de vino era el reflejo del rio Yangtsé a veces nuestras enfermedades son reflejos de una realidad que no queremos afrontar.

También encontraremos médicos y personas que pueden aprovecharse de nuestra debilidad. Es por ello que acudir a mirar con detenimiento nuestra verdad podemos encontrar que no todo es lo que parece. A veces sólo estamos viendo las sombras de la verdad en el fondo de la caverna… Lo que vemos muchas veces es un reflejo de nosotros mismos… Para cambiar nuestra perspectiva puedes encontrar una perspectiva positiva en Cuentos para Crecer de ActualidadPlus.com