En Mérida, una ciudad de los andes venezolanos, se encuentra un lugar mágico donde podrás conocer y aprender sobre los colibríes, e incluso alimentarlos. Este lugar se llama formalmente Casa del Ángel del Sol, jardín de los colibríes, y es más conocido como la Casa de los colibríes.
Hoy te diremos como puedes llegar a la Casa del Ángel del Sol y te daremos un paseo por las bellezas que tiene para ofrecerte este lugar. Te contaremos de nuestra grata experiencia y lo que tiene para ofrecerte este maravilloso lugar donde la ciencia, la naturaleza y la belleza convergen con rostro de colibrí.
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¿Dónde queda la Casa del Ángel del sol, jardín de los colibríes?
A tan solo 2 minutos de la Truchicultura de Mérida encontraremos la Casa del Ángel del Sol, un lugar en medio de la selva nublada del Mucujún de Mérida.
Para más señas, la Casa de los colibríes queda a 20 minutos del parque 5 águilas blancas, también conocida Vuelta de Lola, lugar que nos recibe en la ciudad Mérida. Desde allí tomaremos la vía El Valle-La Culata, pasando la posada Riverside y la salida del Arado A.
Al llegar a la salida del Arado B, justo donde está el restaurante italiano Tramonto Trattoria, tiene que estar atentos. La siguiente salida a mano izquierda, frente al restaurante Candela y Neblina, se toma la salida a Monterrey.
Siguiendo la vía de Monterrey pasaremos el Parque Truchicultura Monterrey y tomaremos la siguiente salida a mano izquierda, y siguiendo la vía principal llegaremos a la retirada y montañosa Casa del Ángel del Sol.
Para visitarla les recomendamos hacer reservaciones, especialmente si están en temporada, para que puedan asegurarse de disfrutar de los distintos tours que tienen. Pero conozcamos más sobre lo que vamos a encontrarnos en la Casa del Ángel del Sol.

¿Qué encontrarás en la casa del Ángel del Sol, un jardín de colibríes?
Allí te recibirán Michele y Pascual, o alguno de los integrantes del equipo, para darte la bienvenida y ayudarte a estacionar cómodamente. Podrás optar por una serie de actividades que describiremos más adelante.
Subiendo por las escaleras nos encontraremos una maravillosa casa de piedra que alberga a sus fundadores y que sirve además como instalación científica.
Las visitas guiadas a la Casa Ángel del Sol, las actividades y los refrigerios financian la alimentación de los colibríes de la zona y la investigación que llevan adelante.
Los principales fundadores son 2 biólogos de la Universidad de los Andes, Michelle Ataroff y Pascual Soriano, que en medio del cierre de la Universidad Central de Venezuela en los años 1969 y 1970 decidieron reinventarse. Michelle y Pascual prosiguieron sus estudios en la Universidad de los Andes buscando una alternativa a su dilema.

Fue así como conocieron Mérida y sus bellezas. Ya prendados de la ciudad y su gente vino a su mente desarrollar un proyecto científico. Este proyecto se abrió a la gente debido a las dificultades para sustentar económicamente el proyecto y realmente se transformó.
Lo primero que encontraras es una terraza donde podrás apreciar la magnificencia de la selva nublada y podrás ver algunos colibríes paseando, la antesala del espectáculo por venir.
Además, podrás elegir entre distintas actividades recreativas que permitirán a cada cual encontrar lo que está buscando. Pero conozcamos un poco más sobre las actividades que ofrecen en este oasis nublado para los colibríes.

Actividades en la Casa del Ángel del Sol de los colibríes
Este lugar lleno de magia, las palabras se quedan cortas para describir la maravillosa experiencia, por ello los invitamos a conocerlo. Sin embargo, trataremos de aproximarnos para que puedas intuir lo que podrás disfrutar al visitar la Casa del Ángel del Sol, jardín de los colibríes.
- Visita y Alimentación de Colibríes: Disfruta de la belleza de estas maravillosas aves mientras las alimentas. Podrás verlas comer o darles de comer gracias a los comederos que podrán en tus manos. Los colibríes confiaran en ti y podrás verlos a menos de 50 centímetros.

- Recorrido Guiado en la Selva Nublada: Si te gustan las caminatas, podrás explorar la biodiversidad de nuestra selva, junto a los guías expertos de la Casa del Ángel del Sol
- Vuelo del Colibrí: Quieres aventura, aquí también la encontrarás y te sentirás como un colibrí volando por la selva nublada de Mérida ¡Siente la adrenalina al “volar” en la tirolesa! Es recomendable reservar con un día de anticipación para asegurar tu lugar en esta excitante experiencia.
- Refrigerios para disfrutar en la terraza de los colibríes: En la terraza podrás disfrutar de galletas, chocolate caliente o café, en compañía de los colibríes libres. Sin duda una experiencia de conexión con la naturaleza suprema.
- Desayuno entre Colibrís: ¿Quieres disfrutar de una experiencia gastronómica-ecológica todo en uno? Podrás elegir entre un delicioso desayuno “criollo-gourmet” o “dulce”. Incluye el desayuno y la visita y alimentación de colibrís, Esta experiencia es muy exclusiva y sólo se puede acceder a ella bajo previa reservación para sólo grupos.

Nuestra experiencia en la Casa del Ángel del Sol
En nuestro caso llevamos a una amiga para disfrutar de esta maravillosa experiencia y lo recibió como uno de los mejores regalos. Reservamos el día anterior para evitarnos sorpresas, solo atinando a apuntarnos en la experiencia de la visita y alimentación de colibríes.
Comenzamos por sorprendernos con la belleza del sitio. Siguió una Charla que nos contó sobre la historia de la Casa del Ángel del Sol y que nos contó sobre la biología y la vida de los colibríes. Allí también nos dieron una serie de indicaciones al momento de alimentar a los colibríes.
Para continuar nos quedamos pasmados al disfrutar de la innumerable cantidad de colibríes que se acercaron cuando fueron colocados los bebederos. A cada uno de nosotros se nos dio un bebedero, con lo cual cada cual llegó a tener de 1 a 3 colibríes dando vueltas.
Verlos es maravilloso y gracias a la colaboración de los anfitriones, pudimos colectar unas hermosas fotos y videos para el recuerdo. Durante 40 minutos tuvimos a los colibríes dando vueltas y comiendo de nuestra mano. No hay una experiencia igual en ninguna parte del mundo.
Para cerrar, cuando los bebederos fueron retirados para dejar descansar a los colibríes, nos ofrecieron una serie de refrigerios. No teníamos un amplio presupuesto, pero fue dinero muy bien invertido. Disfrutamos una maravillosa variedad de galletas, cafés y chocolate caliente, cada uno según sus gustos.
Sin duda, poder disfrutar de esta experiencia y además aportar para que iniciativas como la Casa del Ángel del Sol, la casa de los colibríes, sigan adelante y además desarrollen la investigación sobre estos peculiares animalitos no tiene precio.